Dentro de un entorno natural exuberante, en la provincia mexicana de Morelos, se ubica Tepoztlán que es un lugar de leyendas y fuertes raíces culturales donde se ubica este hospedaje abierto al exterior. El paraje se ha vuelto un refugio de artistas e intelectuales que huyen de forma temporal o permanente de la vorágine de la gran metrópoli, el DF, por lo que el concepto 'relax'' está latente en el diseño de este proyecto.
Contando con este contexto privilegiado y situado entre grandes montañas rocosas a unos 50 km al sur de la Ciudad de México, las edificaciones se hacen abiertas, invitando a que la naturaleza en la que se envuelven entre a las estancias. Parece una negociación entre interior y exterior, donde el pivote a partir del cual se desarrolla toda la construcción, es el lounge ubicado en el centro, principal espacio comunitario, catalizador de actividades en la naturaleza y de descanso o recogimiento.
Los bungalows llevan a la persona que está dentro a vivir una experiencia espacial construida a partir de muros, losas y columnas que se confabulan con las plantas, árboles, flores y vegetación circundante. Los límites entre el espacio abierto y el contenido desaparecen para fundirse en un solo terreno.
Toda la vegetación genera una paleta diversa y estacional que entra de lleno en la vivienda y que varía a lo largo del año.
El diseño establece tres habitáculos separados diseñados acorde con las tres actividades planeadas. Cada uno de ellos se define por su uso, pero también por un claro contenedor de simples formas. El primero contiene un bar con cocina pequeña, una zona de cambiadores y baños. El segundo es una área de juegos infantiles que puede ser usado a su vez como área de lectura cuando las temperaturas bajan por la noche. Finalmente, el tercero es un contenedor de mayores dimensiones que se traduce en una la sala de estar, un espacio protegido, templado y confortable adecuado para la conversación, TV y momentos de esparcimiento. Pero es la voluntad de dar continuidad entre estos tres espacios autónomos donde el proyecto se refuerza y toma sentido.
Este lounge permite exponer su simplicidad estructural y su neutralidad frente a una naturaleza desbordante. Los habitáculos dan continuidad al espacio central en lo referente al uso y espacio, los zonas abiertas adyacentes lo cualifican y le proporcionan diversidad. El diseño de la piscina caracteriza uno de los espacios laterales. El edificio se construye como abrazo blanco al verde de la naturaleza y sus fachadas se curvan para subrayar las vistas de las montañas.
La intervención edificada quiere ser extremadamente respetuosa con el contexto existente y entiende que la vegetación y la vida al aire libre son los protagonistas reales del proyecto, por lo que dos árboles impresionantes acentúan el propósito y carácter del lounge.
Imágenes: Diego Barruecos, Sandra Pérez Nieto de Cadaval & Solà-Morales
Cadaval & Solà-Morales
Tlaxcala 180
Col. Hipódromo Condesa
México DF,
México
T+ 52 55 53363950