El estudio convenció a los dueños para romper con la forma de caja rectangular que tenían en mente, para así crear espacios más dinámicos e interesantes, manteniendo el orden y el equilibrio que se pedía, además de ofrecer sorprendentes rincones de descanso como el asiento de la ventana junto a la chimenea.
En armonía con el terreno el estudio creó dos niveles de vivienda con tres zonas distintas, de forma que el edificio encajara perfectamente en el entorno. En la zona este de la casa destinada al matrimonio, se encuentra la suite, un vestidor y un estudio, al cual se puede acceder desde el exterior, con vistas al norte de la propiedad. Es el platanero frente al dormitorio principal lo que determinó la orientación y posición de la casa.
La zona central es en la que se encuentra el salón principal, el comedor, una habitación de invitados con baño, un tocador, la cocina y la entrada de la casa. El alero del exterior fue diseñado para evitar la entrada de luz directa por el norte y el oeste, creando para ello, unas alargadas ventanas sobre el comedor y el salón. Los tragaluces y ventanas fueron diseñados estratégicamente para bañar con luz natural, y no directa, las zonas centrales con la luz de la salida y la puesta de sol.
La cocina consiste de dos partes, una gran isla central de azulejos artesanales, y una parte trasera más utilitaria con cocina de acero inoxidable. Simple y ordenada cumple los requisitos de los clientes.
La entrada, diseñada para ser silenciosa, se marcada con una serie de paneles de madera colocados en el suelo cubierto de piedrecitas Lillydale que da la bienvenida. Una gran puerta de madera acoge un gran tirador dorado hecha a medida para la casa. Junto la puerta, flanquean unos alargados ventanales a través de los cuales se ve las vistas de la casa.
La zona inferior de la vivienda es el espacio dedicado a los niños y consiste en dos dormitorios con baño compartido, un segundo salón y un lavadero. Esta parte de la casa da directamente al porche y a la piscina, la cual se delimitó con cristal para mantener las magníficas vistas.
Del mismo modo, se diseñó una amplia terraza con chimenea para permitir trasladar el salón al exterior cuando el tiempo lo permitiera, además de ensanchar la huella de las escaleras de modo que pudiera ser utilizada para sentarse con cojines en ella y disfrutar de un día soleado.
Siguiendo con las exigencias del cliente en cuanto a la simplicidad y honestidad de los materiales, la línea de acabados se ha reducido a losas de arena local, madera y cristal. La mayoría de las paredes de la casa están hechas con estas losas mediante un sistema de construcción local, con una textura y color cálido, que además de ser un excelente aislante, van en concordancia con la vida y personalidad de los propietarios. A medida que van cambiando la luz reflejada en ellas a lo largo del día también varía la tonalidad de su color.
Imágenes: Shannon McGrath
Robson Rak Architects
PO Box 1481
St Kilda South
Victoria 3182
Australia