La intención de los diseñadores era llenar el espacio de líneas verticales, para lo que utilizaron un material básico en construcción como las barras de acero corrugado, las cuales aportan un estilo industrial. Estos elementos verticales sirven para filtrar las vistas, creando diferentes ambientes para que los clientes se puedan relajar. Siguiendo una línea minimalista, las barras separadoras se usan a modo de estantería y para sujetar una de las barras, lo que le da un aspecto mucho más espacioso al local. El acero pintado de negro crea el patrón vertical y se convierte en el protagonista absoluto.
En contraste con el frío acero, se ha utilizado la madera con distintos acabados tanto para el mobiliario como para el pavimento. En tonos blancos y de madera clara, este material aporta calidez y luminosidad, sin renunciar al estilo industrial predominante. El pavimento, de madera reciclada, está intercalado con las barras de acero, creando un juego de verticales de acero y horizontales de madera muy equilibrado.
Desnudando el interior regresando al origen, se ha expuesto totalmente el techo, del que cuelgan unas lámparas metálicas de color cobre y bombillas. Las paredes fueron tratadas mínimamente, eliminando las baldosas existentes para dejar vista la textura de la superficie. Estos mínimos tratamientos dan protagonismo a los elementos que componen el espacio más que al revestimiento, tanto del mobiliario como de los productos expuestos.
Sin elementos decorativos innecesarios, el equipo ha conseguido un ingenioso diseño en el que dos materiales base son capaces de crear un ambiente agradable y acogedor, a la vez que práctico y eficiente. A pesar de las reducidas dimensiones del establecimiento, el juego de líneas verticales y horizontales aporta dinamismo, sin que por ello se tenga que renunciar a espacio. Los productos realizados en el coffe shop y los comercializados son accesibles al cliente y fácilmente manipulables por los trabajadores.
Todo lo necesario para el funcionamiento diario de la cafetería ha sido colocado en el mismo tipo de estanterías que los productos que se venden, en una absoluta transparencia con el cliente y fomentando un trato directo y honrado.
El gran ventanal y la puerta de acceso permiten tener una visión del exterior mientras se disfruta de una deliciosa taza de café, a la vez que lo amplifica visualmente y permite la entrada de luz natural. Tanto la iluminación como la distribución juegan un papel esencial en un diseño en el que se pretende crear una sensación de amplitud. A pesar del pequeño tamaño del espacio y las limitaciones constructivas, el equipo de VAV Architects ha conseguido un espacio funcional y con carácter, idóneo para hacer un parón en el frenético día a día, con una taza de café.
Imágenes: VAV & Stephen Deasy, Eddie Callaghan, Annamaria Corrigan
VAV Architects
Bear Market Coffee
19 Main Street, Blackrock. Co.
Dublin
Irlanda