El requerimiento del cliente fue "la sombra", ya que una sombra en el desierto es sinónimo de reposo. La idea original de los arquitectos entonces fue que la construcción se erigiera como la montaña que alguna vez ocupó ese lugar, puesta como la reflexión o el negativo de la roca. Su color negro hace que parezca un fragmento de obsidiana que sobresalta con fuerza en un paisaje de colores arenas, claros y ocres irradiando la fuerza del sol.
Su patio interior conecta los demás espacios, los cuales están dispuestos de manera lineal, terminando con la cocina y el comedor en el centro. La vivienda presume tres habitaciones que se conectan con la piscina, la cual fue diseñada con azulejos oscuros para darle continuidad al concepto de oscuridad o sombra.
La estancia de descanso es un salón amplio y alargado desde el cual podemos contemplar el horizonte, y presenta ventanales corridos sin una sola interrupción visual, lo que literalmente "mete" el espacio exterior a la casa.
Esta vivienda ofrece casi como espectáculo privado los fenómenos de la naturaleza, como si se tratara de vivir en el exterior, a la intemperie, gracias a sus ventanales que nos permiten ver los cambios constantes de tonalidades, luces y sombras del día, pero en la comodidad de un hogar.
Por fuera una sobriedad marcada que hace juego con el desierto para darle una presencia y elegancia contundente, y por dentro colores fuertes, brillantes y explosivos, que por más que lo intenten, no consiguen restarle protagonismo a las vistas. Tiene un mobiliario bien elegido y una decoración de mezclas que la hace ecléctica, por tener unos elementos clásicos y otros minimalistas. Los materiales, por su parte, también tienen mucho protagonismo.
Miramos hacia atrás en los precedentes arquitectónicos y nos damos cuenta que esta vivienda tiene influencia de la obra de Frank Lloyd Wright y de Rudolf Shindler o de Mies van der Rohe, por mantener la arquitectura al margen con el paisaje como se hace en la tradición modernista europea, respetando un sitio completamente virgen, e incluso aprovechándolo para vestir el proyecto.
Durante el día, el interior de la casa retrocede y las vistas son más pronunciadas. Por la noche la casa se funde con la oscuridad y con una iluminación tenue, tiene las estrellas como un telón de fondo infinito.
Fotografía de Marc Angeles.
Oller & Pejic
Monica Oller & Tom Pejic
935 East Edgeware Road
Los Angeles, California
EE.UU. 90026
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