Ha diseñado varios restaurantes en la capital rumana, uno de ellos es Bon en Bucarest. Lo hace con 200 puertas, ventanas y persianas recuperadas de casas demolidas. Los elementos se utilizaron primero para acordonar la zona del local en obras, y evitar el acceso a la gente. De la obra se llevaron al interior para decorar el local, pintadas y graffities incluidos. Todo ello junto con su iluminación y tejidos crean un espacio muy vintage, además de acogedor y cálido.
Nominado entre los mejores diseños de restaurantes del mundo este año por Las lágrimas de los Santos. Es un lugar abovedado, de mampostería de ladrillo y vanos en la pared, repleto de madera, de objetos de casas abandonadas, desde cosas recuperadas de una clínica hasta un granero de aldea, todo ello crea un ambiente hogareño y de materiales naturales. Con ellas se decoran las paredes; objetos de coches, legos y lámparas antiguas, todo sirve para dotar de vida al local.
Diseñó y creó Headvertising, una agencia de publicidad situada en el interior del edificio de la bolsa en el casco antiguo de Bucarest. Su diseño interior gira en torno a los envíos y al almacenamiento. Un juego de volúmenes componen el espacio separando los ambientes y permitiendo pasar la luz entre ellos. También diseña las oficinas del banco ING en Rumanía.
Bone Bouch es un restaurante con toque clásico francés donde conserva algunas columnas metálicas de la entrada y arcos de ladrillos. Corvin decoran con banquetas y mesas de hierro fundido e introduce elementos contemporáneos como las lámparas de Tom Dixon. Hay una pieza protagonista recuperada de una fábrica con 100 años de antiguedad, se trata de una ventana metálica separadora de la cocina y el restaurante. Agradable lugar para comer o tomar una copa.
Imágenes: cedidas por el estudio de Corvin Cristian
Corvin Cristian
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