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Consecuencia dinámica de espacios: Casa Cuatro.

  • Miércoles, 20 Febrero 2013
  • Escrito por  Voyeur Ilang

Hernández Silva Arquitectos nos presentan Casa Cuatro en Zapopan, México, un proyecto de volúmenes arquitectónicos en equilibrio fantástico. Son 584m2 dentro de un terreno muy irregular, una casa que aprovechando muy bien los espacios, las circulaciones y la función de cada estancia, ha logrado ser una residencia que por igual es estéticamente potencial como cómoda, práctica y agradable de vivir en ella.

Posiblemente lo más característico de esta casa es el espacio y los volúmenes. De inmediato vemos un muro rotundo que catapulta la casa, recubierto de cantera gris, y que flota sobre un muro muy artesanal hecho de tiras de cantera negra. El segundo piso se presenta sobre un voladizo que se extiende sobre el visitante. Los espacios son diáfanos, carentes de divisiones, y presenta sólo los muros que son verdaderamente necesarios, haciendo que el espacio se duplique visualmente y que a su vez se una al jardín.

En cuanto a la distribución, el recibidor se encuentra en un patio interior de doble altura donde está un árbol de 6 metros, y que es el toque orgánico que rompe el minimalismo de los materiales de la casa. Detrás del árbol tenemos la escalera que comunica los tres niveles. Tiene un diseño muy atractivo, le da ligereza y ritmo a todo a través de los ángulos generados por los volúmenes en ‘V’ Es la única conexión entre todos los niveles. Por lo demás, la distribución de áreas es muy sencilla: en semisótano se encuentra la cochera y el servicio, mientras en la planta baja está toda la vida social que puede desarrollarse dentro de una casa.

La casa utiliza materiales muy sencillos: acero blanco, aluminio esmaltado, canteras, madera de nogal y vidrios templados. Sobresalen algunos volúmenes de hormigón que dan más fuerza al interior. 

Tanto la estancia como el comedor se unen y se abren completamente al exterior con ventanales que se esconden. El emplazamiento de la casa presenta una forma de abanico trazada por dos linderos, los mismos que se aprovecharon para aumentar la conexión casa-jardín en la parte posterior. Estos dos punto le dan una salida amplia al área del jardín, zona donde se extiende la terraza. Ésta tercera área, que se une y que se alarga hasta el fondo del jardín, nos lleva de manera casi automática a la piscina. Todo parece una consecuencia dinámica de lo otro.

 

Imágenes: Carlos Díaz Corona

 

Hernández Silva

Taller de Arquitectura y Construcción

Montreal, 1033,

Providencia 44630

Guadalajara Jalisco

México

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www.hernandezsilva.com

 

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