La idea de la que partió el equipo para realizar el diseño de interiores fue la del contraste entre lo señorial y lo clásico versus lo nuevo y contemporáneo, logrando así el ambiente fresco y original que buscaba el cliente. Para ello han utilizado una serie de recursos como la mezcla de baldosas, la recepción repleta de teléfonos y el desarrollo de ideas clásicas con formatos contemporáneos. En los espacios comunes, que suman 105 m2, tenemos la recepción, una cocina fría, una zona de cafetería, un buffet, un comedor y sala polivalente, y la zona de ordenadores.
La recepción conserva el pavimento hidráulico original, la trama de la cual han utilizado para colocar el mostrador y un mueble a medida para maletas y material de oficina. Al tratarse del punto por el que todo huésped pasa, el estudio ha querido que transmitiera de forma potente el mensaje que transmite el hostal. Por este motivo se han colocado una serie de teléfonos lacados en blanco, que junto con la sugerente forma del mostrador y el pavimento hidráulico crean una imagen novedosa.
La original cocina fría está diseñada para los huéspedes, a quienes se les da la opción de cocinar a su aire, además de disfrutar del buffet. Esta zona ha sido trabajada como un espacio independiente, por si en un futuro se quisiera cerrar y convertirla en una cocina caliente.
El aire retro que aportan las baldosas con sus colores y estampados contrastan con las líneas marcadas y la pureza del pino natural de los muebles, lo que le da un aire joven y atrevido.
En la zona comedor, como en el resto de las zonas comunes, en el pavimento se han mezclado diferentes modelos de baldosas, colocadas a cartabón, con un marco de madera en todo el perímetro. Este espacio tiene diversos usos, en concordancia con un diseño dinámico y original. En esta zona también encontramos una barra hecha de un montón de tableros de pino apilados. La iluminación de la zona ha sido ideada para dar luz a eventos o para crear un ambiente más íntimo y acogedor para el comedor. La sala de ordenadores es una caja totalmente forrada de pino natural con una iluminación perimetral con cinta de led.
El hostal - residencia cuenta con 42 habitaciones en las que simplemente se ha llevado a cabo un trabajo de unificación y ambiente con elementos puntuales, como muebles de pino y bombillas suspendidas del techo similares a las del comedor. Las pequeñas pinceladas de los pasillos recuerdan que además de ser un hostal, Nikbor también es una residencia de estudiantes.
Imágenes: Pedro Pegenaute
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Meritxell Gacimartín
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