Cuarenta años después de la edición de la famosa lámpara Parentesi de Achille Castiglioni, el mundo de la iluminación ha experimentado un cambio fundamental, pasando de las bombillas convencionales a toda una nueva gama de tecnologías de iluminación. Según Konstantin Grcic, 'En sí mismas suponen nuevas oportunidades de diseño y fabricación y el diseño de una lámpara no se limita ya a un trabajo en torno a una determinada bombilla, por lo que actualmente significa diseñar la propia bombilla o fuente deseada'.
Konstantin Grcic rinde homenaje a este icono del diseño industrial italiano, rediseñando la bombilla original como una superficie LED ultraplana con tecnología de iluminación en los bordes y orientable 360º. El tubo en forma de paréntesis de la lámpara original conserva su función deslizante vertical por el cable de acero, en la forma actual de una pequeña caja rectangular que alberga los componentes electrónicos y un interruptor soft-touch.
Ok es una figura plana circular con un alambre y que se extiende desde el techo hasta el suelo. Su nombre incorpora la forma de la 'O' y la primera inicial del diseñador alemán, Konstantin. Una vez más, Grcic reúne en un solo producto tecnología, sensibilidad estética y gusto por las líneas depuradas. Su pasión por la tecnología y los materiales se traduce en el diseño, que domina el lenguaje de la simplicidad, la vanguardia innovadora y la historia del diseño.
'He querido plasmar en Volt un objeto luminoso que fuera el traje perfecto de un nuevo componente tecnológico', así define sus intenciones Rodolfo Dordoni con el diseño de su lámpara de mesa Volt.
La gran novedad tecnológica del modelo radica en la forma en que refrigera el calor generado por la fuente de luz LED haciendo circular agua destilada a través de un tubo central con varias láminas de disipación, denominadas, en argot, 'tubos de calor'. Este sistema ha permitido, por primera vez, el uso de un LED de alta potencia en una pantalla clásica.
Konstantin Grcic comenta que el aspecto industrial del tubo debía resaltarse al máximo y convertirlo en pieza central, pasando a ser un elemento decorativo de la propia lámpara. Con una imagen retro, casi se diría 'art déco', Volt cuenta con una pantalla de vidrio soplado disponible en dos formas: una semicircular y otra de cubo invertido, siendo ambas una reminiscencia de los ambientes y diseños de los años treinta. La base, pudiendo ser plática o metálica, se acoge a las líneas nítidas y formas básicas. Dordoni encuentra una función estética en el mecanismo refrigerante del LED, confiriendo a un mero elemento técnico una insospechada elegancia formal.