Nos encontramos en la planta baja de una casa antigua de pueblo, en la cual en poco menos de 60 m2 se distribuyen dos zonas: la tienda y el obrador, separados por un gran ventanal dejando a la vista este último. Es una panadería tradicional, donde se elabora el pan a diario, con todos sus procesos y las mejores materias primas, y esto se traslada al interiorismo del local.
La interiorista opta pues por hacer un espacio limpio, con paredes, techos y exposición blancos para dar pureza al proyecto. En la zona de tienda resalta el mostrador, un volumen recto y aéreo, teñido en negro para que el producto que sale a diario se vea más atractivo. Los materiales utilizados son imprescindibles para seguir con el concepto que se pretendía, de ahí que sólo una de las paredes se revista con un básico de la construcción: pasta de agarre gris, que aplicada con una llana dentada se le da un acabado rallado que da fondo al mueble expositor y recuerda a la masa del pan fermentada.
Para terminar de redondear este ambiente minimalista y elegante, Mireia deja tres elementos que nos recordarán que nos encontramos en una casa antigua: la impresionante puerta de entrada restaurada, las vigas de madera pintadas y el suelo de roble para terminar de envolver con calidez la tienda.
La otra zona del local que queda a la vista al público por el gran ventanal pintado en negro anteriormente comentado, es la zona del obrador. Un espacio de trabajo debe ser funcional y limpio, y para asegurarse esta pulcritud, mobiliario y pavimento son de color negro. De modo que contraresta con el blanco de la harina, ingrediente principal del protagonista, el pan.
Imágenes: Mauricio Fuertes
Pa de Sucre
Plaza Barcelona, 10
San Cugat del Vallés, Barcelona
T+ 34 936 745 455
Mireia Masdeu Studio
Puig i Cadafalch, 56, local 6B
San Cugat del Vallés, Barcelona
T+ 34 696 347 569