Una casa con un gran pasillo como eje de diseño podría resultar antiestético y sin luz, pero nada más opuesto en el caso de Casa San Sen. Esta construcción 'da la cara' hacia el exterior, pues tiene vistas impresionantes del paisaje verde de Valle de Bravo, México, e internamente conserva la luz gracias a que el vidrio está muy presente en los materiales que se usaron para la construcción.

 

En un terreno ubicado en el centro de una zona montañosa cerca de la capital, se ubica esta casa de fin de semana o descanso, se erige a partir de una estructura metálica forrada de madera y vidrio, que visualmente flota sobre el terreno. Este detalle de 'flotar' es debido al terreno irregular, por lo que la estructura de la casa se tuvo que elevar por encima del nivel del suelo sobre pilares metálicos.

La casa está anclada al terreno por una torre de servicios de piedra de cantera. El sistema constructivo permite abrir y cerrar dependiendo de las vistas que se quieran tener o la orientación que se le quiera dar a la casa. 

Funcionalmente se ha resuelto completamente en un solo nivel, en el cual, cada uno de sus pabellones, funcionan de manera independiente. Encontramos tres zonas de actividad: acceso, ocio y de recogimiento.

El área de acceso es donde se encuentra el anclaje de cantera en forma de torre de servicios (aseos, cuarto de servicio, lavandería y mirador) y la cocina; un espectacular gran espejo de agua y el muelle.

En el área de ocio encontramos principalmente las áreas de actividad familiar y social. Están el comedor, un patio central privado, terraza familiar y comedor al aire libre (con vistas al lago). Esta zona donde la cancelería tiene mucha presencia, es muy transparente y sus espacios son muy amplios y abiertos.

El área de recogimiento: Casa San Sen tiene cuatro habitaciones cada una con baño completo y terrazas particulares que cuentan con vistas hacia el bosque de Valle de Bravo.

 

El interiorismo es básico y sutil. No distrae con excentricidades y da el plus que falta para que este sitio sea donde se olvide por completo el término 'stress'. Si la vegetación exterior conecta con lo esencial y da un gusto simplemente admirarla, el mobiliario práctico y sumamente confortable con el que está equipada Casa San Sen hace que sea viable la experiencia de distensión: su mobiliario es el complemento perfecto. Un sofá grande y mullido, luz indirecta, terrazas que invitan a pasear con un libro y un café. 

Los dos materiales protagonistas: la madera y el cristal. La madera aporta la calidez que necesita un sitio como este. Las clásicas paredes de este tipo de casas se vieron reemplazadas por vidrio transparente, material que da una penetración de la luz natural así como una conexión mucho más directa con el entorno. 

El look de esta casa es un rústico chic, con ciertos toques de calidad pero sin ser pretencioso o recargado. 

 

 

Imágenes: Jaime Navarro Soto

 

Casa San Sen  

Arq. Alejandro Sánchez García

Y asociados:

Arq. Diego Ricalde Rechia

Arq. Alejandro Delgado García

Arq. Alfredo Cortes Tellez

Enrique Rosas

Arq. Gabriela Senderos (arquitectura interior)

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